viernes, 11 de marzo de 2016

Entramos a la Política como al futbol.

Llevo semanas reflexionando sobre esto.
Vamos ataviados con nuestros prejuicios como el que lleva una bandera, una bufanda o una camiseta. Llevamos la firme convicción de que nuestro equipo es el único que merece nuestro apoyo y los demás son el enemigo. Animaremos a nuestro equipo hasta lo indecible y abuchearemos, pitaremos, insultaremos e intentaremos humillar y hacer caer a nuestros rivales. Nuestro equipo tiene una estrella mediática, un líder carismático que nunca mete la pata, y si se equivoca se le perdona porque es nuestro, de los nuestros. En cambio los líderes de otros equipos dicen barbaridades, fallan jugadas clave, son beneficiados por los árbitros, se les exige menos... No nos vamos a exponer a leer la prensa que no es afín a nuestro equipo, que para eso inventó Dios el As y el Marca, el Sport y el Mundo Deportivo, El Heraldo de Aragón y el Estadio Deportivo. Y creemos que hay que responder cualquier afrenta en los foros donde no se respeta a los nuestros.

Entramos a la política como al futbol y no nos damos cuenta de que no es lo mismo.

PD: Viva el Betis!

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